jueves, 17 de enero de 2013

Perdí mi tren por ser quien soy y ver el mundo del revés
Caí por crecer
Callé por hablar
Ser el humo que al final, escapó de lo que existe por ver qué hay detrás.

lunes, 14 de enero de 2013

No sé si estoy hecha para soportar el dolor, hay personas que vienen hechas de fábrica con una especie de almohadillas que recubren sus músculos (transparentes e imperceptibles, bajo sonrisas enigmáticas y envidiables). El impacto es mínimo. En cambio, en la otra punta del mismo contínuo estamos los receptores de golpes.
No creo que sea capaz de soportar más duelos y más dolor.
Adiós.

domingo, 13 de enero de 2013

No consigo despegar de mi cabeza la puta foto de la plaza. Esa a la que acudía cada una de las tardes de mayo para desaparecer durante unas horas. Con las carcajadas de los jóvenes, el ruido de la fuente, el olor a hierba mojada. Yo me sentaba  impaciente a observar todo aquello, a esperar lo de siempre. Me sentía otra vez sola, sin nadie que comprendiera el sentimiento que se disparaba en mi interior.
Cerrar los ojos y pensar que han pasado cuatro años y que sigo esperando, lucho cada día. No puedo.
Te veo lejos, te estás alejando, agárrate fuerte.

sábado, 12 de enero de 2013

(un sábado cualquiera)

¿ Existe algun remedio contra la tristeza que sea lo suficientemente rápido?
Y al despertar, la cabeza me daba vueltas. Comencé a pensar en la noche anterior pero no lograba recordar nada. Traté de estirarme con todas las fuerzas posibles para hacer crujir cada uno de mis huesos, del modo en que siempre me ha gustado.
Me dí la vuelta y quise volver a dormir:
y entonces comprendí que no hacía falta recomponer nada, las cosas suceden y sus partículas permancen en la atmósfera el tiempo que tu quieras, como si con un chasquido lo hicieras desaparecer. Y no por ello hemos de entristecernos, porque una vez imaginaste que sucedió como querías, y esa persona sintió lo mismo que tú.
(Aunque poco a poco el hielo se haya apoderado de vuestras almas)