Y tratas de encontrarte a ti mismo, y tratas de escalar hacia lo alto, y caes y te levantas otra vez pero hay algo ahí dentro que se repite y te hace tener escalofríos cada vez que lo sacas hacia fuera. Y sabes que duele y que te hace llorar y que es la escusa perfecta para pasar una triste y vacía tarde en tu cuarto con un par de velas y un paquete de klinex al lado. Y sabes que es bueno llorar para poder seguir siendo el de siempre ...Siempre me ha parecido que llorar es bonito, me gusta mirarme en un espejo y ver que las lagrimas caen sobre mis mejillas y entonces encuentro patética la situación y me río de lo que estoy haciendo, vuelvo a la realidad y me vuelvo a encontrar en mi cuarto.. rodeado de recuerdos.
Y lloras, y te sientes sin ganas de nada, y tu plan favorito es estar en pijama viendo peliculas que has visto millones de veces pero que no te cansan, te hacen feliz. Y cierras los ojos, y en tu cabeza sigue sonando Aubrey y vuelves a llorar porque parece que es la medicina que te hace llorar y encuentras un placer extraño en lo que estás haciendo. Se ha convertido en una nueva manera de encontrarte contigo mismo y pensar las cosas.
Y en el momento menos esperado te apetece hacerlo, porque no tienes que explicar nada de lo que pasa por tu cabeza con palabras. Te aferras a tu medicina particular y empiezas a hacerlo otra vez hasta que te aburres de ti y te largas a otra parte a distraer tu mente con otra cosa.
Eres consciente de que va a volver a pasar, de un momento a otro, volverás a ser la persona masoca que vuelva a revolver en sus recuerdos para sentirse a gusto.
Siento que hay gente a mi lado, en el metro, en la universidad, cuando camino por la calle, que también practica su pequeño ritual dentro de sí mismos y que les gusta el silencio como a mí y que ven pelis en pijama cuando deberían hacer algo de provecho con sus vidas y espero que algún día encuentren la voluntad para pasar página y dejen de hacerlo, afrontando sus problemas, olvidando sus errores, su sentimiento de inseguridad y todo en lo que rebuscan para llegar a ese sentimiento que tanto nos gusta tener cuando nos sentimos solos.
Quizá algún día pase página.
Mientras tanto seguiré pasando esos días acompañada de mi canción favorita sonando una y otra vez,y un café super dulce.