Es la capacidad humana para pisar el corazón del otro de manera consciente, solo para la obtención de beneficios personales. Me hallo sumida en una investigación de dicha actuación egoísta, aunque años y meses atrás la sufriera yo misma. Me encuentro intentando comprenderla para así aconsejar mejor a los pacientes. Por lo que, es mejor que no intentéis practicarlo conmigo, pues soy el evaluador y no puedo ser subjetiva (me tomo mi trabajo muy en serio).
Dejemos los sentimientos al margen.
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