Comienzos felices, trayectos tortuosos, finales esperanzadores. Y vuelta a empezar. Nunca te olvidaré, me acompañas siempre. Aunque haya días jodidos, cada día recuerdo lo que me dirías o cómo sonreirías. Quizás esté distorsionando cómo eras, pero me da igual; guardo cada nota de tí grabada a fuego. Tu olor permanece entre las prendas que he rescatado y tú utilizabas. Lloré cuando se me rompió la gema que me regalaste, que era mi amuleto. Ojalá retroceder al día en que se lo entregaste a mi hermana para mí. Te quiero tanto que duele
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