miércoles, 15 de enero de 2014

Dame camas desechas,
Quitame el sentido,
Dame la razón

domingo, 12 de enero de 2014

Ya no tengo inspiración, el viento se la llevó junto a las palabras. Esas palabras que a veces carecen de sentido, y convierten todo lo que me rodea en algo aun más lejano.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Nos avisaste con antelación y aun así sigue doliendo pensar que ya no estás. Me gustaría que supieras lo mucho que te estoy echando de menos y el poco consuelo que encuentro en los "lo siento" y las sonrisas o abrazos. Quiero tenerte otra vez a mi lado, pasear por la calle Bailén, maquillarnos juntas y querernos.

jueves, 5 de diciembre de 2013

La memoria del corazón

El dejar de ver a una persona, olvidar que todavía vive y hace su vida, aunque hayáis dejado de compartir experiencias como una habitación o el pupitre de la facultad, ya no es suficiente para que tu cerebro le dé a suprimir. Esa tecla tan anhelada por muchos, nunca ha existido, y aunque la especie humana continúe evolucionando, temo que es una tara que nos acompañará para siempre.

Los olores, la situación espacio-temporal donde nos situamos en un momento, en una estación del año, ese día de la semana, con esa persona, con esa canción... te recuerda que  esa persona formó parte de ti hace tiempo, al volver allí. Y es muy sorprendente que, trozos de esas personas aparezcan en mi mente todos los días. Nuestro umbral emocional dista de unos a otros, y si no has leído nunca mi blog, te digo que lo tengo demasiado sensible. Pero esta entrada no habla de lamentaciones. Intento transmitir esa curiosidad que me produce pensar que hay huellas en nuestro cerebro que por mucho que pase el tiempo,  nunca van a borrarse. Incluso con el Alzheimer las personas no han perdido sus pensamientos, sino que no tienen acceso a ellos.

Después de pensar bastante sobre esto, entristecerme por querer deshacerme de algunos recuerdos, y darme cuenta de lo jodidamente bien hechos que estamos (¡mierda!), me di cuenta de que si mi cerebro no olvida los recuerdos que han pasado a la memoria a largo plazo, el corazón tampoco lo haría.

Soy de las que cree firmemente que el corazón es otro cerebro, y si la gran parte de los pensamientos del sexo masculino, se procesan con su miembro ( una teoría que tampoco refuto); entonces por qué no pensar con el corazón.

Yo pienso con él. Muchas veces no me importa lo racional de mis pensamientos, sino la importancia que les concede él. Yo soy pro-corazonista. Porque aunque la mayoría de las deducciones y reflexiones emocionales las procesa la amígdala, vienen del corazón, y lo sé, porque noto cómo se me acelera cuando tomo mis decisiones, y siempre pongo algo de corazón en ellas..

Mi duda es ésta: Si el cerebro tiene unas conexiones neuronales que se van regenerando, el corazón,   ¿mudará de piel?

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Trozos de mí

Como si de extensiones de mí se tratasen, sentimientos contradictorios y abstractos para muchos, pero que terminan de llenarme; a veces en forma de carcajada, otras en forma de lágrima. Pero al final, todo consiste en eso, en sentir.




 



 
 
 




 



viernes, 25 de octubre de 2013

Como el olor de los libros nuevos, la frescura que se siente cuando te cortan el pelo y te gusta, o el beso bien dado que anhelabas cuando lo imaginaste. A veces una se siente en la cima, sin poder ocultarlo, descansando mejor, camuflando las ojeras de manera natural, con un estado de ánimo como si de un pico maníaco se tratase. Estoy acelerada, con un buen humor desorbitado, saboreando cada minuto y recibiendo a cambio ese esfuerzo desempeñado meses atrás. Los versos suicidas quedaron a un lado, las personas que apagan mi ánimo también.