domingo, 13 de enero de 2013

No consigo despegar de mi cabeza la puta foto de la plaza. Esa a la que acudía cada una de las tardes de mayo para desaparecer durante unas horas. Con las carcajadas de los jóvenes, el ruido de la fuente, el olor a hierba mojada. Yo me sentaba  impaciente a observar todo aquello, a esperar lo de siempre. Me sentía otra vez sola, sin nadie que comprendiera el sentimiento que se disparaba en mi interior.
Cerrar los ojos y pensar que han pasado cuatro años y que sigo esperando, lucho cada día. No puedo.
Te veo lejos, te estás alejando, agárrate fuerte.

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