lunes, 24 de agosto de 2015

Es la capacidad humana para pisar el corazón del otro de manera consciente, solo para la obtención de beneficios personales. Me hallo sumida en una investigación de dicha actuación egoísta, aunque años y meses atrás la sufriera yo misma. Me encuentro intentando comprenderla para así aconsejar mejor a los pacientes. Por lo que, es mejor que no intentéis practicarlo conmigo, pues soy el evaluador y no puedo ser subjetiva (me tomo mi trabajo muy en serio).
Dejemos los sentimientos al margen.

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