lunes, 30 de septiembre de 2013

Todas las canciones hablan de mí

Y de tí. La vanidad no es nada manejable, y menos para los desequilibrados. Pero es tan humano verse reflejados en historias que les suceden a los demás, que incluso nosotros creamos las nuestras a partir de ellas. Por eso, hay veces donde me meto en un túnel donde hay mucho ruido y todo va demasiado deprisa y me paro a pensar en si lo que he vivido es real.
A lo mejor nuestra historia nunca pasó, fue fruto de lo descolocados que estamos de sitio. Creo que eso es exactamente lo que ha pasado, y los brazos del otro nos atraparon aún más en los esquemas automáticos negativos, donde el entorno de seguridad era escapar de uno mismo, para caer en el cuerpo del otro.
Sin embargo,el vacío era mucho más profundo de lo que imaginamos, y cada uno permaneció en la oscuridad, a pesar de poder llegar a querer al otro.
Enterradas nuestras historias en otro lugar, seguiré preguntándome por qué, aunque el olvido se apodere de nuestras almas.

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